lunes, 20 de agosto de 2012

EL VATICANO, HEREJÍA DEL CRISTIANISMO

 

EL VATICANO, HEREJÍA DEL CRISTIANISMO
Juan José Tamayo
A principios del siglo XX el teólogo modernista francés Alfred Loisy escribió en El Evangelio y la Iglesia: “Jesús anunció el Reino y vino la Iglesia”. El papa no tardó en poner la obra en el Índice de Libros Prohibidos. Sin embargo, Loisy llevaba razón, como demostrara después el exegeta alemán Rudolf Schnackenburg en su influyente obra La Iglesia del Nuevo Testamento: “No la Iglesia, sino el Reino constituye la última intención del plan divino”. Schnackenburg es el teólogo de referencia de Benedicto XVI en sus recientes obras sobre Jesús de Nazaret de manera reiterada y elogiosa.
Yo creo que la Iglesia constituye el primer fracaso de Jesús el Galileo, que puso en marcha un movimiento igualitario de hombres y mujeres, nacido en la “Galilea de los gentiles”, contrahegemónico, ubicado en los márgenes de la sociedad y de la religión judía, que anunció el reino de Dios como alternativa al poder político-imperial y a la religión tradicional.
Luego surgió la Iglesia como organización jerárquico-patriarcal, aliada con el poder y ella misma detentadora de todo el poder, el espiritual y el temporal. Para ello tuvo que incumplir la orden del Maestro: “Sabéis que los que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores absolutos, y sus grandes los oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre vosotros, sino el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será esclavo de todos” (Marcos, 10,42-44).
La Iglesia se organizó al modo imperial y, con el paso del tiempo se convirtió en Estado bajo la autoridad del Papa, persona con más poder que los faraones egipcios, los emperadores romanos, los califas otomanos y los reyes católicos pero que osa llamarse “siervo de los siervos de Dios”. Si la Iglesia no es de institución divina, menos aún lo es el Vaticano. Este no es el centro de la Cristiandad, ni Roma, la ciudad santa y eterna, sino, un lugar de intrigas, maquinaciones, traiciones, luchas por poder, negocios turbios. No sé si nació para eso, pero, históricamente, ha actuado así, unas veces con nocturnidad y alevosía; otras, con luz y taquígrafos, hasta el punto de convertirse en ejemplo, o, mejor, mal ejemplo, de comportamientos oscuros, que con frecuencia se han justificado e imitado.
El papa no está libre de las intrigas, es parte de las mismas y, en ocasiones, su principal responsable. Es el caso de Benedicto XVI, que lleva treinta años en el centro de la intriga, primero como presidente de la todopoderosa poderosa Congregación para la Doctrina de la Fe, que condenó a teólogos y teólogas acusados de heterodoxos y sustituyó a obispos del concilio Vaticano II por obispos neoconervadores. Luego, en el Cónclave, donde movió todos los hilos para conseguir su elección papal con el apoyo de la mayoría de los cardenales que habían sido nombrados durante su mandato como Inquisidor de la Fe. Y ahora como Jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano, que, según la “Constitución” del Vaticano, detenta en su persona la plenitud de los tres poderes, y como Papa, que gobierna a más de mil católicos de todo el mundo, que no han participado en su elección y cuyas decisiones son inapelables.
Ayer conocimos la noticia del procesamiento del mayordomo del Papa Paolo Gabriele y del empleado de la Secretaría del Vaticano Claudio Sciarpelleti, acusados de robo y difusión de documentos secretos de la Santa Sede, según la sentencia del juez instructor del Tribunal del Estado Vaticano contra el mayordomo del papa Gabriele acusado de “robo con agravante”. El mayordomo ha reconocido los cargos que se le imputan alegando que su intención era “mejorar la situación eclesial vivida en el interior del Vaticano y nunca para dañar a la Iglesia”.
Yo creo que en la trama está implicada buena parte de Curia, incluido el Papa. Todos deberían ser investigados. Y, tras la investigación, proceder a la supresión del Vaticano como Estado, que es la gran herejía del cristianismo, y del Papa como Jefe de Estado, que es la encarnación del poder absoluto. Por ahí debe comenzar la Reforma de la Iglesia, como acaba de proponer Pére Casaldáliga, obispo catalán emérito de la Prelatura brasileña de Sâo Felix do Araguaia.
(EL PERIODICO DE CATALUÑA, 14 de agosto de 2012)

viernes, 1 de junio de 2012

¡BASTA YA!

No puedo ver otro niño más asesinado en Siria


Pincha en el enlace o copialo y pégalo en tu navegador.

http://www.avaaz.org/es/syria_will_the_world_look_away_c/?cFaJhab

martes, 29 de mayo de 2012


El conocido director de cine y publicista Alejandro Toledo ha realizado este spot gratis para Cáritas tras encontrarse con un ex compañero de trabajo saliendo de un comedor social. Un anuncio duro y real. Tan íntimo que lo protagoniza la propia hija de Toledo...
  • Algo nos tiene que doler al ver esto.



miércoles, 23 de mayo de 2012


Hacia un nuevo cristianismo «
Hacia un nuevo cristianismo
Jose Arregi,
23-Mayo-2012
Todo se mueve y se renueva. Se mueve el sol, la luna y la tierra, el átomo y la estrella. Se mueve el aire, el agua, la llama, la hoja. Se mueve la sangre, el corazón, el cuerpo, el alma. Todo se mueve, nada se repite. Todo es calma y danza, quietud en movimiento. Lo que no se mueve se muere, pero incluso en lo que muere todo se mueve. Se mueve el Espíritu de Dios, energía del amor, verdor de la Vida. Se mueve Dios, el Misterio que todo lo mueve y lo impulsa al amor y la belleza.Déjate llevar.
 Hace 2.500 años, un profeta  lleno de fervor, de poesía y esperanza, animaba a unos pobres judíos desterrados en Babilonia, actual Irak: “No recordéis las cosas pasadas, no penséis en lo antiguo. Voy a hacer algo nuevo, ya está brotando, ¿no lo notáis?” (Isaías 43,19). La liberación es posible. La esperanza es posible. Otro mundo es posible, además de necesario. Abre los ojos: ya está brotando, ¿no lo notas?
Hace 2.500 años, un poderoso viento espiritual sopló sobre la Tierra desde China hasta Grecia, y removió y llenó de frescura muchas tradiciones religiosas que estaban anquilosadas, como suelen. Un aire nuevo, una nueva era.  La mística desafió al sistema, la ética se impuso a las creencias, la razón penetró en los mitos, el anhelo de justicia se enfrentó a los poderes, el ansia de igualdad contestó a las jerarquías clericales. Más allá de todos los dioses, confesaron a un Dios único, pero al Dios único y separado lo destronaron de su trono celeste y lo adoraron como misterio y corazón de todo lo real, el Todo en cada parte.
Fue una obra espiritual formidable de hombres iluminados y libres: Confucio el político y Laozi el místico en la vieja y vasta China; Buda el despierto y Mahavira el no-violento y los filósofos místicos de las Upanishads en la India multicolor de todas las divinidades; Zoroastro el profeta del bien y de la renovación del cosmos en la sabia Persia fronteriza del Este y del Oeste; Isaías el profeta optimista y Jeremías el profeta lloroso en la estrecha franca de Israel o Palestina; Pitágoras y Heráclito, Sócrates, Platón y Aristóteles, y Zenón de Citio, fundador del estoicismo, en la luminosa Grecia. Se diría que estaban concertados. No lo estaban, pero respiraban el mismo Espíritu que sopla siempre en todas partes.
Fueron hombres geniales y llevaron a cabo una extraordinaria revolución espiritual. ¿Y las mujeres? Es seguro que nada hicieron sin las mujeres, pero eso no lo reconocieron, no las reconocieron; esa revolución quedó en suspenso, y aun sigue pendiente en las grandes religiones.
A aquel tiempo se le conoce como “tiempo eje” o “era axial” (K. Jaspers). Hay un antes y un después, aunque pronto las religiones volvieron a dejarse arrastrar por sus viejas inercias.
¿Y hoy? Si no nos mienten todos los observadores y si no nos engañan todos los signos, nos encontramos de lleno en un nuevo “tiempo eje” similar a aquel de hace 2.500 años.  Una profunda transformación espiritual es posible y necesaria en todo el planeta.
¿Y el cristianismo? Nos hallamos ante un claro dilema: o convertirnos en un gueto cultural irrelevante o revivir el evangelio y repensar el cristianismo para que sea levadura también mañana. Más allá de la letra de todas las escrituras y de todos los dogmas. Más allá del Vaticano II. Más allá, hacia donde nos lleva el Espíritu que inspiró a Jesús y su movimiento. Hacia un nuevo paradigma. Ya está en marcha, ¿no lo notas?
Para orar. TIEMPO DEL ESPÍRITU
No es la hora del miedo y la soledad.
No es el tiempo de la dispersión.
No es el momento de hacer los caminos en solitario.
No es la época de la uniformidad.
No es el instante de la pregunta sin salida.
No son los días de desesperar.
Es la hora del Espíritu.
Es la hora de la comunión.
Es el tiempo de la verdad.
Es la hora de la libertad.
Es la hora de quienes tienen oídos para oír.
Es la hora de quienes tienen corazón de carne y no de piedra.
Es el tiempo de los que adoran en Espíritu y Verdad.
Es el tiempo de los que creen y esperan.
Es el tiempo para los que se quieran hacer nuevos.
Es el tiempo para los que quieran hacer lo nuevo.
Es ahora cuando todo es posible.
Es ahora el tiempo del Espíritu.
Es ahora cuando los creyentes pueden proclamar:
“Me ha enviado a proclamar la paz y la alegría”
(Ávaro Ginel)
Publicado en http://www.atrio.org

PERMISOS


PERMISOS



Me lo cuenta Migueli a propósito de su nuevo CD para niños “El amor lo arregla todo”. Se puso a  cantar con un grupo esta canción:


“Gabriel el ángel me saludó:
-Hola María ¿qué tal estás?
- Yo aquí jugando… ¿y tú?
-Yo aquí volando…”
Y un obispo presente corrigió con bondad: “María no estaría jugando, sino rezando”.


Vaya por Dios. Otro permiso menos para María y de paso para nosotros, con lo que escasean los permisos en esta Iglesia nuestra, tanto que a veces no queda otro remedio que tomárselos sin pedirlos.


Permiso para jugar, para dudar, para disentir, para saltarse una norma que asfixia, para celebrar con más espontaneidad, para proponer otros lenguajes de fe que ensanchen el del catecismo, para preguntar a algunos si de verdad creen que el color negro complace más a la divinidad, o si los ropajes con puntillas no resultan rarísimos hoy.


Por lo que cuenta el Evangelio, María debió sentir que Dios le daba permiso para hacerse un lío y no entender a la primera, para preguntar cómo iba a ser aquello del niño siendo soltera;  para decir después a Jesús que cómo se le había ocurrido quedarse en Jerusalén sin avisar; para animar a los de Caná a llenar las tinajas hasta arriba, porque de convencer a su hijo de que había llegado su hora ya se encargaba ella… Y tampoco pidió permiso para ir a buscarle y tratar de que comiera algo,  que con tanto ajetreo de gente, le veía un poco desmejorado.


Cobijados bajo el manto de Nuestra Señora de la Santa Permisión, vamos a concedernos algún permiso, que estamos en Mayo. Y a regalar el CD a cuantas criaturas comulgantes se nos pongan a tiro. Y no llevo comisión.




 Dolores Aleixandre
(Publicado en www.feadulta.com)

miércoles, 9 de mayo de 2012

Redes Cristianas

El silencio de la Jerarquía ante las causas de la crisis Al comienzo pudimos creer que la crisis había aparecido como algo inevitable como un fenómeno de la naturaleza. Después hemos ido sabiendo las causas, los principios sociales y económicos que la han guiado, la perversidad de los acuerdos, la crueldad de sus agentes a pesar de ser conscientes de los efectos malignos de sus decisiones, la inmoralidad de un sistema que abandona a millones de personas al paro o sin vivienda, a jóvenes sin esperanza y a los sectores mas frágiles de la población sin subsidios ni servicios. Con la crisis ha crecido con velocidad pasmosa lo que Juan Pablo II llamó “estructuras de pecado”.  Pero nuestros obispos callan. Quizá también creímos que, como la tormenta, la crisis afectaría a todos por igual. Después hemos visto que hay quien saca provecho con el desastre colectivo. Los hemos podido identificar con sus nombres y vinculaciones a los grandes negocios, empresas, bancos (p.ej., los  que forman Ibex-35). Ni ellos mismos se privan de publicar cómo a pesar de la desgracia de la mayoría, se aumentan el sueldo, incrementan escandalosamente sus beneficios y algunos siguen robando (el fraude fiscal calculado en España oscila entre los 40.000 y 80.000 millones de euros, aproximadamente la misma cantidad de los recortes). Además de lo estructural hay, pues, también responsabilidades individuales. Estamos hablando de situaciones inmorales y delitos graves. Ante esto los obispos callan igualmente. Sin embargo la mayoría de los documentos salidos de nuestras diócesis en referencia a la crisis dan la culpa implícitamente a la población, con argumentos como “hemos gastado demasiado, queremos servicios que el estado no puede pagar..”. Con ello, sin distinguir más, se echa la culpa de la desgracia a los mismos perdedores. Es la costumbre del neoliberalismo. Y en los últimos peldaños de la sociedad, esto supone la criminalización de los pobres, considerados culpables de su propia pobreza. Se castiga a las víctimas en lugar de castigar a los delincuentes. Frente a esto parece que el deber de todo obispo debería ser proteger al rebaño en lugar de echarle la culpa.  Es ya un tópico afirmar que esta crisis va más allá de lo económico, y que alcanza lo político, lo cultural, lo ético, lo religioso. A menudo nuestros obispos dicen que una de las causas de esta profunda crisis es el alejamiento de nuestra sociedad de Dios. Sin embargo cabe preguntarse si este abandono de Dios que reprochan a los demás no les afecta también a ellos, porque el primer fruto de la fe en Jesús es la misericordia, el acompañamiento del pobre, la capacidad de profecía, ser voz de los de abajo. Su silencio supone una opción de oídos sordos al sufrimiento y un alejamiento de Dios.

lunes, 30 de abril de 2012

¡qué morro tienen!


El silencio de los obispos
José Mª Castillo, 28-Abril-2012
Hace unos años, se hizo famoso un film que llamó la atención de mucha gente: “El silencio de los corderos”. Una historia patética que analizaba la extraña personalidad del doctor Lecter, un siquiatra desquiciado, amalgama de dos facetas contradictorias. Por una parte, el hombre culto, refinado, de modales exquisitos. De otro lado, el “alter-ego” de este tipo desajustado, cínico, manipulador, que castiga sin piedad a quienes dan muestras de “malos modos”.

Pues bien, si recuerdo aquí esta historia y el poder destructivo que tal historia contiene, es porque “el silencio de los corderos”, me evoca una de la experiencias más fuertes que estamos viviendo en estos días. Me refiero, no ya al “silencio de los corderos”, si al “silencio de los pastores”, utilizando el título que se asignan a sí mismos los obispos. Estos hombres que, como el mencionado doctor Lecter, aparecen, ellos también, como una amalgama de dos facetas contradictorias: el refinamiento de los modales exquisitos y la manipulación cínica del que va por la vida castigando los “malos modos”.


Todo esto viene, como anillo al dedo, para ayudarnos a pensar lo que estamos viendo y viviendo desde el día en que el PP ganó, con mayoría absoluta, las últimas elecciones generales. Ante todo, porque no puede uno quitarse de la cabeza esta pregunta molesta: ¿cómo se explica que la opción política más afin a la Iglesia sea la que peor trata a los pobres, a los inmigrantes, a los sin papeles y sin techo, a todos aquellos, en suma, que fueron los más cercanos al que la Iglesia considera como su fundamento y su modelo, Jesús de Nazaret? Es duro afrontar esta pregunta. Porque, aparte otras consideraciones, es una cuestión que inevitablemente lleva derechamente a otra pregunta aún más incómoda y desagradable. Quiero decir: ¿en qué religión creen los que siguen defendiendo la gestión del actual Gobierno de España? Y, lo que es aún más fuerte, ¿en qué o en quién creen nuestros obispos?


No estoy sacando las cosas de quicio. Basta leer los evangelios para darse cuenta enseguida de dos cosas: 1) Lo que más le preocupó a Jesús fue el problema de la salud de la gente, sobre todo de la gente pobre. Prueba de ello es que rara es la página de los evangelios en la que no se habla de enfermos y de curaciones de enfermos. 2) Jesús relaciona constantemente la fe con las curaciones. “Tu fe te ha curado”, dice una y otra vez el Evangelio. La fe en Jesús se traduce en salud. Es interminable la lista de textos que sería necesario recordar aquí. Lo cual quiere decir que el que tiene fe, lo primero que hace es procurar, por todos los medios que tenga a su alcance, para que el problema de la salud sea lo más eficaz posible y alcance, sobre todo y ante todo, a la gente que más lo necesita. Exactamente lo mismo que hizo Jesús.


Por supuesto, nosotros no podemos hacer milagros. Pero sí podemos exigir a los gobernantes que la atención sanitaria esté debidamente garantizada, ante todo, para quienes más la necesitan. Más aún, cuando los gobernantes de este país, desde su mayoría absoluta, le han metido la tijera a todo lo que se les ha ocurrido, sobre todo a las partidas presupuestadas para los más pobres y desamparados, ¿cómo se explica el silencio de los obispos sobre este asunto concreto precisamente? ¿por qué se callan en esto, que es tan grave? ¿por qué ahora justamente dan pie para que se hable tanto contra los homosexuales y su apremiante “curación”? ¿no es sospechoso que hayan desviado la atención hacia el problema de los gays y lesbianas cuando nos hemos enterado de que la partida del presupuesto que se destina a la Iglesia ha quedado intacta? Yo sé que en la Iglesia hay muchos obispos, cientos de sacerdotes y legiones de laicos cristianos que no están de acuerdo con estas cosas. Pero también es cierto que quienes más poder tienen, en esto de la religión, son los que deciden lo que se dice y lo que no es “prudente” decir, ni “se debe” decir. ¿Por qué dejar que las cosas sigan así?


Es mucha la gente que en España se hace estas mismas preguntas. O pregustas, sin duda, mucho más graves y apremiantes. Por esto precisamente, porque se trata de un silencioso clamor popular, por eso digo estas cosas. Porque es mucho lo que me importa la Iglesia. Y porque sé que la Iglesia sigue teniendo fuerza y poder ante la opinión pública. Yo me pregunto qué habría pasado en España si los obispos en pleno se hubieran plantado ante la reforma del mercado laboral, los recortes en educación y sanidad, las duras decisiones que se han tomado contra los inmigrantes… ¿Estaríamos como estamos? ¡Qué ocasión está perdiendo nuestra Iglesia para clamar, como clamaban los profetas antiguos, que no hay derecho a hacer las cosas que se están haciendo! Por eso, porque me importa tanto el dolor de los pobres y el descrédito de la Iglesia, por eso clamo, como voz en el desierto, ¡Basta ya!


[Tomado del blog de JM Castillo Teología sin fronteras 27-4-2012]

jueves, 26 de abril de 2012

   
Religion%20y%20escuela

Pide al ministro Wert que retire la asignatura de Religion de las escuelas
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viernes, 30 de marzo de 2012

TORRES QUEIRUGA CONDENADO. ¡SE VAN A QUEDAR SOLOS!





domingo, 26 de febrero de 2012

MEMORIA REDES CRISTIANAS 2010-2011

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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domingo, 15 de enero de 2012


Una treta ¿legal?, si te van a desahuciar.


Como sabemos cuando un banco embarga una vivienda familiar por no poder pagar la hipoteca, y dependiendo del precio que dicho banco consiga en la subasta, la persona hipotecada/embargada se queda sin casa, como yo me quedé sin abuela, pero lejos de entregar las llaves y saldar la deuda, como pasa en América y en muchos países Europeos, la persona hipotecada/embargada le sigue debiendo al banco lo que éste "cree oportuno" y de por vida. Cuando las subastas quedan vacías (que es lo que está pasando como norma) el banco se queda con la propiedad a menos del 50/60% de su valor y continúa reclamando el 100% de la deuda a la persona hipotecada/embargada y aún pudiendo revender esa propiedad por el precio que ellos estimen oportuno … Es decir, como ya sabemos, una gran estafa, como la de las ayudas y avales a los bancos, pero consentida totalmente.

Yo, que participo con la gente del 15-M de mi ciudad en la Plataforma STOP Desahucios, no pretendo dar ninguna primicia, pero tal y como me ha llegado por E-mail, subo esta pequeña treta al blog, para su mayor difusión, por si sirve en algunos casos y para pagarles con la misma moneda si colara. Transcribo el correo:

Asunto: Una ayuda contra los desahucios de los Bancos.

Por el presente “Método”, no te vamos a engañar diciéndote que puedes salvar tu casa si estas o vas a ser desahuciado por no poder pagar tu hipoteca. La verdad es que, aunque tenga éxito, tu casa la vas a perder como "propiedad", pero, probablemente no te puedan echar de ella.


La cuestión es que en cuanto una persona vea que no va a poder pagar la hipoteca de su casa (bueno yo aconsejaría que si es antes de que comuniquen el procedimiento de ejecución hipotecaria, mucho mejor para que no nos lo anulen después), automáticamente le hace un contrato de alquiler a su mujer/suegra/hijo/hermano o a quién se pueda, por el valor de 1€, 5€ o 10€, con una duración "indefinida"/50 años, 100 años. Cantidad únicamente simbólica. El contrato debe estar a nombre de alguien que no figure en la hipoteca. El contrato debe estar pasado por el registro de la propiedad. (yo aquí, por las mismas razones que antes, y con el fin de que no impugnen este contrato, o nos lo declaren Nulo o Fraudulento, no pondría una cantidad tan pequeña, ni demasiado inferior al precio de mercado, pues a fin de cuentas el contrato lo debemos haber hecho a un familiar o persona de mucha confianza y aunque no se lo paguemos, siempre puede reconocernos que si está cobrándolo). En el momento del embargo, la propiedad figura en el registro a nombre del hipotecado, pero figura como una propiedad con inquilinos.

El resultado del embargo será que la "titularidad de la propiedad" cambia de ser nuestra a estar a nombre del banco. Pero el domicilio continúa teniendo inquilinos. Con esta maniobra, perderíamos la propiedad y continuaríamos debiendo la hipoteca, pero no saldremos de nuestra casa con tal de que paguemos (o digamos que pagamos) a nuestro nuevo "casero" por nuestro expiso los 10€ al mes y de por vida (o la cantidad que pactemos según lo que antes os comentaba) ... De esta manera, ya que ellos, no dan soluciones, nosotros las buscamos.


En fin, como dije mas arriba, no sé si servirá demasiado, porque soy consciente que la solución a este gran problema actual pasa por el cambio de la Ley hipotecaria, por el establecimiento de la Dación de pago, por la creación de un gran parque de viviendas de alquiler y por el cambio de medidas y políticas que obliguen a los bancos a sacar ese gran stock de viviendas embargadas y que faciliten el acceso a las VPO tanto en propiedad, como de alquiler. Pero de momento, quede publicado y difúndase por si acaso.



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viernes, 13 de enero de 2012

Mc 13, 33-37

   LA CASA DE JESÚS  

  Jesús está en Jerusalén, sentado en el monte de Los Olivos, mirando hacia el Templo y conversando confidencialmente con cuatro discípulos: Pedro, Santiago, Juan y Andrés. Los ve preocupados por saber cuándo llegará el final de los tiempos. A él, por el contrario, le preocupa cómo vivirán sus seguidores cuando ya no le tengan entre ellos.   Por eso, una vez más les descubre su inquietud: «Mirad, vivid despiertos». Después, dejando de lado el lenguaje terrorífico de los visionarios apocalípticos, les cuenta una pequeña parábola que ha pasado casi desapercibida entre los cristianos.   «Un señor se fue de viaje y dejó su casa». Pero, antes de ausentarse, «confió a cada uno de sus criados su tarea». Al despedirse, sólo les insistió en una cosa: «Vigilad, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa». Que cuando venga, no os encuentre dormidos.   El relato sugiere que los seguidores de Jesús formarán una familia. La Iglesia será "la casa de Jesús" que sustituirá a "la casa de Israel". En ella todos son  servidores. No hay señores. Todos vivirán esperando al único Señor de la casa: Jesús el Cristo. No lo olvidarán jamás.   En la casa de Jesús nadie ha de permanecer pasivo. Nadie se ha de sentir excluido, sin responsabilidad alguna. Todos son necesarios. Todos tienen alguna misión confiada por él. Todos están llamados a contribuir a la gran tarea de vivir como Jesús al que han conocido siempre dedicado a servir al reino de Dios.   Los años irán pasando. ¿Se mantendrá vivo el espíritu de Jesús entre los suyos? ¿Seguirán recordando su estilo servicial a los más necesitados y desvalidos? ¿Lo seguirán por el camino abierto por él? Su gran preocupación es que su Iglesia se duerma. Por eso, les insiste hasta tres veces: «vivid despiertos". No es una recomendación a los cuatro discípulos que lo están escuchando, sino un mandato a los creyentes de todos los tiempos: «Lo que os digo a vosotros, os lo digo a todos: velad».   El rasgo más generalizado de los cristianos que no han abandonado la Iglesia es seguramente la pasividad. Durante siglos hemos educado a los fieles para la sumisión y la obediencia. En la casa de Jesús sólo una minoría se siente hoy con alguna responsabilidad eclesial.   Ha llegado el momento de reaccionar. No podemos seguir aumentando aún más la distancia entre "los que mandan" y "los que obedecen". Es pecado promover el desafecto, la mutua exclusión o la pasividad. Jesús nos quería ver a todos despiertos, activos, colaborando con lucidez y responsabilidad.    

José Antonio Pagola